Fútbol es Fútbol
Cuando pretendemos justificar algún hecho de esos que suelen tener explicación pero de la cual rehuimos, suele decirse “el Fútbol es así”. Para ello nos sirve también la máxima de Vujadin Boskov, celebre entrenador de la década de los ochenta, que da titulo a este artículo y al blogs. Todo esto y más generan diferentes formas de entender el fútbol.
Que el fútbol no sea ya un deporte, sino un espectáculo, es ya suficientemente significativo, y debería darnos que pensar. Pero incluso si nos fijamos en lo que sí es deporte, en ese fútbol que practican miles de niños, jóvenes, no tan jóvenes e incluso mayores, nos daremos cuentas de que genera una cultura deportiva. Hay, desde luego, un fútbol “pitagórico”, basado en el orden geométrico dentro del campo. Parece haber también entrenadores platónicos, como Luxemburgo, convencido de que la “Idea” del fútbol consiste en mantener un sistema fijo e inmutable. Vemos pues que el fútbol guarda una gran similitud con la filosofía.
Existe el idealismo del balompié, todos conocemos entrenadores empeñados en su sistema, existe desde luego pragmatismo, dicesé de ese fútbol realizado siempre a favor del resultado. Tenemos el fútbol hobbesiano de los ingleses: defenderse y ganar. También sabemos del fútbol maquiavélico, sobre todo de los italianos: el fin justifica los medios (vencer).
Nosotros conocemos el romanticismo de la selección española, ese que siempre nos ilusiona antes de los partidos y tras noventa minutos nos deja hundidos, Parece ser que ya no, ese que dicen los béticos “ Viva er Betis Manque pierda”.
Pensando, pensando, soy de la opinión de que cada aficionado debe entender esté deporte a su manera, la que no me vale es la de los detractores que solo ven un deporte de masa, se quedan en lo superfluo y no valoran la importancia de este deporte, en su labor pedagógica, en su componente social y evidentemente en su otra deportiva.
Que el fútbol no sea ya un deporte, sino un espectáculo, es ya suficientemente significativo, y debería darnos que pensar. Pero incluso si nos fijamos en lo que sí es deporte, en ese fútbol que practican miles de niños, jóvenes, no tan jóvenes e incluso mayores, nos daremos cuentas de que genera una cultura deportiva. Hay, desde luego, un fútbol “pitagórico”, basado en el orden geométrico dentro del campo. Parece haber también entrenadores platónicos, como Luxemburgo, convencido de que la “Idea” del fútbol consiste en mantener un sistema fijo e inmutable. Vemos pues que el fútbol guarda una gran similitud con la filosofía.
Existe el idealismo del balompié, todos conocemos entrenadores empeñados en su sistema, existe desde luego pragmatismo, dicesé de ese fútbol realizado siempre a favor del resultado. Tenemos el fútbol hobbesiano de los ingleses: defenderse y ganar. También sabemos del fútbol maquiavélico, sobre todo de los italianos: el fin justifica los medios (vencer).
Nosotros conocemos el romanticismo de la selección española, ese que siempre nos ilusiona antes de los partidos y tras noventa minutos nos deja hundidos, Parece ser que ya no, ese que dicen los béticos “ Viva er Betis Manque pierda”.
Pensando, pensando, soy de la opinión de que cada aficionado debe entender esté deporte a su manera, la que no me vale es la de los detractores que solo ven un deporte de masa, se quedan en lo superfluo y no valoran la importancia de este deporte, en su labor pedagógica, en su componente social y evidentemente en su otra deportiva.
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