Isla Cristina - Sevilla una relación de exito
Fue un diez de septiembre de 1997, en el estadio Ramón Sánchez Pizjuan cuando el C. D. Isla Cristina elimino al Sevilla F. C. de la copa de su majestad el Rey, valía la entrada mil románticas pesetas, precio asequible para la ocasión, dicha ocasión para los isleños fue única. La mohama mecánica eliminaba al Sevilla F. C. de la copa.
Desde entonces todo sevillista de pro tiene al C. D. Isla Cristina como causante de una afrenta imperdonable, desde entonces se piensa que cuando un arbitro sevillista pita al isla trata de resarcirse de la afrenta y humillación sufrida hace once años. También desde entonces su máximo rival venera todo lo que huela a sal, marisma y playa, se recuerda como a algunos aficionados isleños, socios del Betis se les aplauden cuando van a ocupar sus localidades en el heliopolis, agradeciéndoles así el hecho mas vergonzante de la historia reciente del eterno rival.
Precisamente y por culpa de aquel partido de copa jugado en el Sánchez Pizjuan el equipo sevillista toco fondo y nos tiene que agradecer que sobre todo a partir de ahí se tomaron medidas en la entidad Sevillana para recuperar la gloria de antaño, surgió un nuevo Sevilla el que hoy conocemos y que ha llegado a ganar cinco títulos, que durante dos años ha sido considerado el mejor equipo del mundo y que hoy en día se puede considerar uno de los grandes de nuestra liga. Que precisamente gracias a ese gol de vaselina de Mariano desde el centro del campo se precipito la retirada de Monchi de la portería del Sevilla, lo que origino que pasase a los despachos para que fuese el artífice y arquitecto de ese nuevo Sevilla F. C. Pienso por ello que son los sevillistas los que nos tienen mucho que agradecer a los isleños y en cambio su eterno rival el que a la larga lamente que se produjeran esos hechos. Sin embargo, como la vida da muchas vueltas los beticos tienen hoy en día a Paco Chaparro como entrenador auxiliado precisamente por Mariano, a día de hoy son también ellos los que les siguen dando alegrías que hacia tiempo no tenían.
Desde entonces todo sevillista de pro tiene al C. D. Isla Cristina como causante de una afrenta imperdonable, desde entonces se piensa que cuando un arbitro sevillista pita al isla trata de resarcirse de la afrenta y humillación sufrida hace once años. También desde entonces su máximo rival venera todo lo que huela a sal, marisma y playa, se recuerda como a algunos aficionados isleños, socios del Betis se les aplauden cuando van a ocupar sus localidades en el heliopolis, agradeciéndoles así el hecho mas vergonzante de la historia reciente del eterno rival.
Precisamente y por culpa de aquel partido de copa jugado en el Sánchez Pizjuan el equipo sevillista toco fondo y nos tiene que agradecer que sobre todo a partir de ahí se tomaron medidas en la entidad Sevillana para recuperar la gloria de antaño, surgió un nuevo Sevilla el que hoy conocemos y que ha llegado a ganar cinco títulos, que durante dos años ha sido considerado el mejor equipo del mundo y que hoy en día se puede considerar uno de los grandes de nuestra liga. Que precisamente gracias a ese gol de vaselina de Mariano desde el centro del campo se precipito la retirada de Monchi de la portería del Sevilla, lo que origino que pasase a los despachos para que fuese el artífice y arquitecto de ese nuevo Sevilla F. C. Pienso por ello que son los sevillistas los que nos tienen mucho que agradecer a los isleños y en cambio su eterno rival el que a la larga lamente que se produjeran esos hechos. Sin embargo, como la vida da muchas vueltas los beticos tienen hoy en día a Paco Chaparro como entrenador auxiliado precisamente por Mariano, a día de hoy son también ellos los que les siguen dando alegrías que hacia tiempo no tenían.
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