Las nuevas propuestas de la International Board
El próximo 28 de febrero se reunirán los representantes de la International Football Association Board, hermética asociación que se ha encargado, desde los inicios de nuestro deporte, de preservar el reglamento y proponer y discutir posibles modificaciones.
Este organismo mantiene un arraigo a sus inicios datados en el 1886. La principal seña de este arraigo es su propia composición, reflejo de los orígenes anglosajones del juego: de los ocho representantes que forman este organismo, 4 representan a las cuatro asociaciones del Reino Unido, mientras los otros 4 los designa la FIFA. Es decir, que sin la luz verde de los isleños es imposible realizar modificación alguna en las reglas del juego. Con todo, se necesitan seis votos favorables de los ocho representantes para que una modificación salga adelante. Esto ha generado que en general el fútbol haya cambiado poco sus reglas desde su creación, en comparación con otros deportes. Y si nos ponemos a analizarlo fríamente, algunas reglas del deporte rey tienen ese halo de “poco lógicas” o extravagantes que siempre tienen los deportes de origen británico.
En la próxima reunión hay sobre la mesa una serie de propuestas que suponen un paso “arriesgado” dentro del tradicional conservadurismo de esta asociación. La más llamativa de estas propuestas es la implantación de expulsiones temporales, al estilo de las que se aplican en el balonmano o el rugby por ejemplo, pero también otras como aumentar el número de cambios permitidos, modificar las reglas del fuera de juego o alargar un poco el tiempo de descanso entre las dos partes.
Las expulsiones temporales es la medida más radical y, desde mi punto de vista, poco apropiada y con pocas posibilidades de salir adelante en la citada reunión de la International Board. En definitiva, consiste en que tras una infracción de cierta gravedad pero que no suponga tarjeta roja, el jugador sería expulsado por un tiempo determinado, pudiendo volver al campo una vez transcurrido este tiempo. Yo sinceramente no lo acabo de ver.
Otra propuesta es aumentar de tres a cuatro el número de sustituciones que un equipo puede realizar durante un partido oficial. Esta medida sí me parece acertada en unos tiempos donde a menudo el físico se está imponiendo a la técnica, la sobrecarga de partidos es una queja habitual y a menudo los encuentros pierden mucho interés cuando ambos equipos están cansados en los últimos minutos.
La siguiente cuestión, también desde mi punto de vista digna al menos de discutirse, es sobre la regla del fuera de juego: en concreto sobre el que un defensa estando fuera del campo no cuente como actor que rompe la ley del fuera de juego, exactamente como sucedio en el Holanda - Italia de la pasada Eurocopa cuando Van Nistelrooy anotó con Panucci rompiendo el fuera de juego fuera del terreno.
Por último, se propone aumentar cinco minutos el tiempo de descanso, actualmente de 15 minutos. La razón oficial es que en muchos estadios modernos, hay tanta distancia entre el terreno de juego y los vestuarios que los jugadores invierten demasiado tiempo en llegar hasta éstos. Supongo que otros cinco minutos de publicidad tampoco harán mal a las retransmisiones de los partidos.
Este organismo mantiene un arraigo a sus inicios datados en el 1886. La principal seña de este arraigo es su propia composición, reflejo de los orígenes anglosajones del juego: de los ocho representantes que forman este organismo, 4 representan a las cuatro asociaciones del Reino Unido, mientras los otros 4 los designa la FIFA. Es decir, que sin la luz verde de los isleños es imposible realizar modificación alguna en las reglas del juego. Con todo, se necesitan seis votos favorables de los ocho representantes para que una modificación salga adelante. Esto ha generado que en general el fútbol haya cambiado poco sus reglas desde su creación, en comparación con otros deportes. Y si nos ponemos a analizarlo fríamente, algunas reglas del deporte rey tienen ese halo de “poco lógicas” o extravagantes que siempre tienen los deportes de origen británico.
En la próxima reunión hay sobre la mesa una serie de propuestas que suponen un paso “arriesgado” dentro del tradicional conservadurismo de esta asociación. La más llamativa de estas propuestas es la implantación de expulsiones temporales, al estilo de las que se aplican en el balonmano o el rugby por ejemplo, pero también otras como aumentar el número de cambios permitidos, modificar las reglas del fuera de juego o alargar un poco el tiempo de descanso entre las dos partes.
Las expulsiones temporales es la medida más radical y, desde mi punto de vista, poco apropiada y con pocas posibilidades de salir adelante en la citada reunión de la International Board. En definitiva, consiste en que tras una infracción de cierta gravedad pero que no suponga tarjeta roja, el jugador sería expulsado por un tiempo determinado, pudiendo volver al campo una vez transcurrido este tiempo. Yo sinceramente no lo acabo de ver.
Otra propuesta es aumentar de tres a cuatro el número de sustituciones que un equipo puede realizar durante un partido oficial. Esta medida sí me parece acertada en unos tiempos donde a menudo el físico se está imponiendo a la técnica, la sobrecarga de partidos es una queja habitual y a menudo los encuentros pierden mucho interés cuando ambos equipos están cansados en los últimos minutos.
La siguiente cuestión, también desde mi punto de vista digna al menos de discutirse, es sobre la regla del fuera de juego: en concreto sobre el que un defensa estando fuera del campo no cuente como actor que rompe la ley del fuera de juego, exactamente como sucedio en el Holanda - Italia de la pasada Eurocopa cuando Van Nistelrooy anotó con Panucci rompiendo el fuera de juego fuera del terreno.
Por último, se propone aumentar cinco minutos el tiempo de descanso, actualmente de 15 minutos. La razón oficial es que en muchos estadios modernos, hay tanta distancia entre el terreno de juego y los vestuarios que los jugadores invierten demasiado tiempo en llegar hasta éstos. Supongo que otros cinco minutos de publicidad tampoco harán mal a las retransmisiones de los partidos.
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