La categoría se tambalea por la crisis económica
La difícil situación económica que atraviesan los clubes de fútbol a todos los niveles se está haciendo notar, de manera especial, en los de las categorías más bajas. La Primera Andaluza no se ha librado tampoco y varios de los conjuntos que militan en el grupo I ya han dado a conocer sus dificultades.
El Rosal onubense, que desde comienzos del mes ya había anunciado que no iba a mantener su plaza en Primera Andaluza, confirmó ayer, en una reunión de sus socios, su renuncia. Otros muchos conjuntos se encuentran en situaciones parecidas. El Punta Umbría, por ejemplo, que la pasada temporada pasó por muchos apuros, terminando la Liga con mayoría de juveniles en su plantilla, ha necesitado que otro equipo de la localidad, el Camping La Bota, desaparezca, para poder reflotar el club y mantenerse en la categoría.
La UD Pastores anunció a través de su presidente, Juan Gandiaga, que sí saldrán la próxima campaña, aunque lo hagan con un proyecto modesto. Por su parte, el Atlético Zabal también está padeciendo los efectos de la crisis. El club linense ha convocado para mañana una rueda de prensa en la que explicará las repercusiones que tiene para el subsistir de la entidad el cierre del bingo familiar del club, que recientemente decretó la Subdelegación del Gobierno de la Junta de Andalucía.
La desaparición de alguno de los equipos que integran el grupo I de Primera Andaluza podría traer consigo el ascenso del San Roque. El cuadro de Manolo Mesa se quedó a las puertas después de disputar la promoción de los terceros clasificados de Regional Preferente entre los grupos de Cádiz y Huelva. De momento, tendrá que esperar al viernes, que es cuando se producirán los descensos administrativos de los equipos que tengan deudas con la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles). El descenso de equipos de Tercera a Andaluza podría dejarle sin ascenso.
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